BMW prosigue su entrada en MotoGP con la adquisición de valiosos datos de la Suzuki GSX-RR, una moto que se retiró de la competición al final de la temporada 2022. Según rumores persistentes, esta adquisición, valorada en 18 millones de euros, permitirá a BMW desarrollar más rápidamente su propia máquina de MotoGP, con un objetivo claro: estar en la parrilla en 2027, cuando entre en vigor el nuevo reglamento técnico.
¿Volver a la competición 71 años después?
No es ningún secreto que BMW quiere entrar en MotoGP, lo que sin duda complacería a Liberty Media, futuro propietario de este deporte y actual propietario de la Fórmula 1. Ya ausente de la F1 desde 2009, BMW, una marca prestigiosa, aportaría un brillo suplementario al paddock de MotoGP.
Esta adquisición de datos pretende allanar el camino para la entrada del fabricante alemán en 2027, una fecha marcada por la llegada de nuevos reglamentos técnicos. Los datos obtenidos de la GSX-RR de Suzuki, en particular los relativos al motor de cuatro cilindros en línea y al chasis, proporcionarán a BMW una base sólida para desarrollar su máquina.
Al incorporar esta información, aunque sea de hace dos temporadas, BMW podrá acelerar su proyecto y aprovechar las características reconocidas de la Suzuki, como su manejabilidad.
¿Es la opción Suzuki la correcta?
La configuración del motor es esencial en cualquier proyecto de competición, ya que dicta la arquitectura general de la moto. Por lo tanto, el acuerdo entre BMW y Suzuki sugiere que el fabricante de Munich ha optado por un motor de cuatro cilindros en línea para su futura máquina de MotoGP. Una configuración que actualmente sólo ofrece Yamaha. El complicado periodo que atravesó el equipo de Fabio Quartararo con este sistema no nos tranquiliza. Pero hay que decir que el cambio de cilindrada de 1000cc a 850cc en 2027 podría jugar a favor de los motores de cuatro cilindros en línea.
Aunque la inversión de 18 millones de euros pueda parecer elevada, podría permitir a BMW superar los retos iniciales de desarrollo y preparar eficazmente su regreso a MotoGP tras 71 años de ausencia. Siete décadas... La última aparición de BMW en la categoría reina fue en 1956, con la RS500 bicilíndrica de Walter Eeller (foto de abajo), que terminó segunda en el campeonato por detrás de John Surtees.
Esta adquisición de datos, de la que no lo sabemos todo, muestra un interés concreto por parte de BMW en MotoGP. Lo que sigue sin estar claro sobre este acuerdo es si incluye la modelización por ordenador, un elemento clave que Ducati ha aprovechado para optimizar su rendimiento, con los resultados por los que es conocida. Aunque el estado del proyecto sigue sin estar claro, es una señal positiva de que BMW está considerando seriamente la viabilidad de su programa de MotoGP.
BMW en MotoGP para 2027: una entrada sincronizada señal de un compromiso ambicioso
Aunque los datos de Suzuki se remontan a 2022, los cambios en MotoGP siguen siendo mínimos, al menos de momento BMW parece poner sus miras en 2027, cuando MotoGP sufrirá una profunda remodelación. Todo un reto para Markus Flasch, CEO de BMW Motorrad, que asumió su cargo a finales de 2023. Bajo su dirección nació la gama M de motos, que encarna la búsqueda de las máximas prestaciones, al igual que los coches de la división M de BMW. Ni que decir tiene que la participación en MotoGP encajaría a la perfección.
Mientras tanto, BMW está brillando en el Mundial de Superbikes (WSBK) con Toprak Razgatlıoğlu. Mientras que la M1000RR solo tuvo una victoria entre 2021 y 2023, ha triunfado 12 veces en las primeras 18 carreras de la temporada 2024. Sin embargo, MotoGP ofrecería a BMW una plataforma más visible para reafirmar su presencia en el automovilismo de alto nivel, ya que el WSBK goza de una cobertura mediática limitada fuera del mundo de las motos.
Queda por ver cuántas motos BMW alineará en la parrilla de MotoGP. Los organizadores de MotoGP, Dorna, han querido mantener durante mucho tiempo una parrilla de 24 motos, con seis fabricantes cada uno con cuatro máquinas. El dominio de Ducati se ha basado en parte en el número de motos en pista, que se reducirá de 8 a 6 en 2025. BMW aún tiene dos años y medio para ultimar estos detalles, un plazo que es a la vez largo y corto.
